Monday, April 02, 2007
Agua limpia y agua suciaArica no es solo ciudad llena de cosas raras, también tiene muchas cosas absurdas- Durante años y años los problemas se arrastran sin que nadie se preocupe de solucionarlos. Miren esto por ejemplo: hasta los años 80 las alcantarillas de la ciudad se vaciaban casi en el mismo borde costero, donde comienza Chinchorro, yo recuerdo muy bien como la playa cercana a la desembocadura del río San José estaba llena de submarinos encallados entre las rocas. Unos pocos reclamaban, pero nadie hacía mucho caso.
Finalmente hicieron el primer emisario -a los chilenos nos encantan los eufemismos- que era un tubo de unos 1.000 metros para echar mar adentro los subproductos de nuestra buena mesa y copiosas libaciones. Duró poquito, parece que los subproductos eran demasiado grandes: el tubo se atascó, reventó y todo volvió a la playa de nuevo.
Entonces instalaron otro más, esta vez con una planta de tratamiento que consiste en una especie de molino, donde se convierten los solidos packets en una masa más suave y manejable. Un par de años atrás leí que este segundo emisario ya tenía varias fugas y las aguas del Chinchorro estaban una vez más contaminadas. Como estamos en Arica, el país de las maravillas, nunca más se habló del asunto.
No creo que la contaminación del emisario sea demasiado problema, el mar es grande y durante décadas la playa fué la alcantarilla natural de la ciudad sin que se produjeran epidemias ni nada parecido. Pero si hay otro problema mucho más serio, que es la manera estúpida como se desperdicia el agua potable en la ciudad más seca de todo el planeta.
Ese si que es un crimen, cuando yo vivía en la playa veía dos o tres veces al día pasar el camión aljibe de la municipalidad regando a granel -a la antigua- con enormes cantidades de agua de pozo los jardines de la costanera sur. No solo eso, también pasaban lavando las costosas palmeras, que se importaron en gran cantidad desde Ecuador. Gasto inútil porque la mayoría de esas palmeras terminó secándose.
Las palmeras fueron un ejemplo clásico de proyecto tonto e inconsciente, un costoso fracaso por el que nadie dió la cara, en una ciudad donde los ficus y gomeros nativos son bellísimos, dan sombra y crecen como si fuerna maleza. Pero no, a algún tonto se le ocurrió que Arica tenía que ser el Miami chileno, en fin, el efecto Soria en acción.
El peor desperdicio se produce en la agricultura, existen en Arica los narco-agricultores que aumentan las hectáreas a cualquier costo para lavar la plata que ganan con el tráfico de drogas. El gobierno como si no lo supiera, los apoya y los bonifica lo que produce en nuestra ciudad una de las situaciones más absurdas e irritantes: mientras se ocupa buena parte del agua de primera calidad en regar tomates, la población de los sectores más pobres debe tomar agua con altísimos contenidos de boro, que no sirve para el riego porque quema las plantas.
Esta es una situacción indignante, el agua de calidad la usan los agricultores mientras el agua mala la debe tomar la gente más humilde. Los genios del gobierno colocaron a la agricultura como uno de los ejes del desarrollo regional ¡sigan nomás bonificando a los narco-tomates!, mientras la gente de la 11 de septiembre se envenena de a poco con el agua que tiene concentraciones de boro 1.000 veces más alta que lo recomendado por la O.M.S.
Es urgente terminar con el suministro de agua potable con alto cnntenido de boro para los sectores más pobres de la ciudad, es urgente terminar con todos los pozos ilegales que están secando el acuífero de aguas subterraneas de Azapa para beneficio de los agricultores, si quieren aumentar las hectáreas primero consigan el agua legalmente, sin usar el acuífero que debe cubrir primero que nada todas las necesidades de agua potable de la ciudad.
Es absurdo que las aguas servidas de la ciudad no sean tratadas y usadas para regar los jardines y áreas verdes ¡hasta en eso nos están ganando los peruanos! en Tacna lo hacen desde hace años. Mientras los tontos reclaman porque no hicieron un tranque (obra perfectamente inútil como lo sabe cualquiera con dos dedos de frente), nadie se da cuenta de la urgencia de solucionar estos dos grandes problemas: el agua con boro y el tratamiento-reutilización de las aguas servidas.
Pensándolo bien, no tiene nada de raro que Arica sea la ciudad de las cosas absurdas. Basta con ir al aeropuerto y ver las inútiles "mangas" que costaron muchos millones de pesos del gobierno regional, solo porque hubo gente lo suficientemente tonta como para pensar que eran indispensablespara tener un aeropuerto de categoría. Con esa calidad de cerebros en nuestra opinión pública local, no es mucho lo que se puede esperar tampoco.
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